miércoles, 17 de junio de 2015

Interpretación: "NUESTRO AMO JUEGA AL ESCLAVO"

Compartimos del blog Sienes Ardientes escrito por Mariano Caputo la interpretación del tema "Nuestro amo juega al esclavo" de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.


Las letras de Los Redondos suelen generar discusiones acerca de su interpretación. Aunque la mayoría admite el debate, hay quienes se niegan a aceptar reflexiones ajenas bajo el argumento de que los escritos del Indio Solari son inseparables de cómo se los siente individualmente. En lugar de compartir lo pensado/sentido sobre lo que el Indio quiso decir, se cierra la posibilidad de reconocer lecturas diferentes. Es una paradoja, porque uno de los méritos de la escritura de Solari, tal vez el mayor, es la capacidad de sus letras de no agotar el sentido: esa invitación a imaginar, a completar lo escrito. No debería ser necesario aclarar que hay tantas lecturas como lectores. En el reconocimiento de un discurso hay otros discursos. Esta condición de leer a partir de lecturas previas amplía el universo de interpretaciones posibles y es potenciada en las letras de Solari por su virtud de sugerir antes que proclamar, insinuar antes que mostrar, una cuestión fundamental al momento de analizar Nuestro amo juega al esclavo.
La canción concluye el disco ¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado(1989). La fecha tiene su importancia. Es el final de la década del retorno a las democracias en América del Sur luego de dictaduras sangrientas. Estados Unidos, país que contribuyó veladamente en el desarrollo de las mismas, interviene en conflictos armados en Centroamérica para promover gobiernos favorables a la lucha contra el comunismo y el narcotráfico, el nuevo fantasma que justifica invasiones pos caída del Muro de Berlín.
Los tambores al comienzo de la canción, su ritmo y los vientos que la atraviesan generan una sensación de combate que se sostiene hasta el final. La música acierta, porque la letra de Solari se inscribe en la disputa por la hegemonía en los países latinoamericanos.
“Mucha tropa riendo en las calles/ con sus muecas rotas cromadas/ y por las carreteras valladas/ escuchás caer tus lágrimas”
Solari empieza con una descripción. Las Fuerzas Armadas ocupan las calles con actitud vencedora: ríen, actúan con la tranquilidad que otorga la superioridad de las armas. La contracara son las lágrimas de quienes se movilizan a través de carreteras valladas, una imagen que muestra cómo se vive la cotidianeidad bajo el mando de las FFAA: todo está controlado, vigilado, los límites se marcan con claridad.
“Nuestro amo juega al esclavo/ de esta tierra que es una herida/ que se abre todos los días/ a pura muerte, a todo gramo.”
Aparece la frase que titula la canción. Antes de analizarla resulta importante anclar la letra espacial y temporalmente. Trata la realidad latinoamericana durante las dictaduras. Hay una alusión a Las venas abiertas de América Latina, el libro de Eduardo Galeano. La tierra no es una herida solo por la represión brutal, sino también por las políticas económicas que perjudican a las clases populares. Solari no define quiénes son el esclavo y el amo. La frase da lugar a interpretaciones variadas. Aquí se sugieren dos. El amo que juega al esclavo es, en primer lugar, el que hace el trabajo sucio: las FFAA, la cara visible de la dominación, la encargada de acabar con lo que perturba el desarrollo normal de la nación. Aunque amos en sus territorios, son esclavas de intereses que las exceden, una pieza mínima del tablero internacional en medio de la Guerra Fría y del intento de Estados Unidos, en Occidente, de combatir el comunismo en el interior de cada país. Ejecutan políticas represivas y económicas ideadas por los norteamericanos. En segundo lugar, Estados Unidos también es un amo que juega al esclavo. Interviene en conflictos armados y sostiene dictaduras militares invocando a la democracia. Se presenta como la gran nación que resguarda la libertad y disfraza de colaboración su injerencia en asuntos internos: la dominación aparece como fraternidad con los países de “las Américas”.
“-Violencia es mentir-”
Una de las frases más pintadas en las calles de la lírica solariana. Encierra la dimensión contrahegemónica de la canción. No es casual la introducción a este análisis. Si es verdad que en toda lectura hay lecturas previas, también lo es que en la producción de un discurso hay otros discursos. Todo enunciado se construye en relación a otros que lo preceden y a los que contesta, aunque sea aludiendo indirectamente a ellos. Solari, con esta frase, otorga centralidad a la cuestión de la verdad y la violencia que ejerce lo que se considera verdadero en una sociedad determinada. Violento no es el pueblo en las calles, ni la praxis revolucionaria de la guerrilla, parece sugerir, sino la mentira de los gobiernos militares, representantes locales de la hegemonía detentada por Estados Unidos, que dicen salvar la nación destruyendo la democracia. Si, según Antonio Gramsci, el teórico marxista italiano que escribió en la cárcel apresado por el fascismo, la hegemonía es un proceso de dominación cultural, social y político que se vale de una combinación variable de consenso y coerción, Solari se ubica en el plano del consenso, lo cultural. La letra deNuestro amo juega al esclavo es inseparable de la lucha por la hegemonía. Solari discute lo promovido como verdad al afirmar que lo violento, lo verdaderamente violento, es mentir. Disputa el sentido, la visión de mundo impuesta por Estados Unidos para los países latinoamericanos, adoptada como propia por los mandos militares. En esto radica la clave de la canción, su combatividad: Solari desarma el discurso de su adversario y ubica la violencia, en la letra, del lado contrario. Los violentos no somos nosotros sino ustedes, los que mienten y riegan de lágrimas esta tierra con las venas abiertas.
“Formidables guerreros en jeeps/ los titanes del orden viril/ ¿Qué botines esperan ganar?/ si nunca un perro mira al cielo.”
Nueva descripción del Indio, esta vez irónica. La imagen que los militares pretenden dar de sí mismos es de formidables guerreros, titanes que custodian el orden de los machos. Son hombres elevados que aseguran la paz y visten uniformes que los separan de los civiles. La palabra “botín” le da un marco a la canción que excede Latinoamérica. “Botín” puede asociarse a invasiones directas o al apoyo militar de marines norteamericanos. Solari pregunta qué esperan ganar, porque las condiciones materiales del subdesarrollo en los países invadidos impiden pensar en la posibilidad de obtener grandes riquezas. En América del Sur y en Centroamérica, al igual que en Vietnam antes, mirar el cielo es un lujo. Se vive para subsistir, distraerse es imposible.
“Si hace falta hundir la nariz en el plato/ lo vamos a hacer, por los tipos que huelen a tigre/ tan soberbios y despiadados/ -Violencia es mentir-.”
Solari explicita, de alguna manera, lo que hace al escribir esta canción: si es necesario ensuciarse para combatir, aunque sea en el plano de lo simbólico, la lucha cultural por la imposición del sentido, lo va a hacer, pero no en soledad. “Lo vamos a hacer” crea un nosotros que incluye a los que disputan la hegemonía estadounidense y las dictaduras militares, su cara visible. Esos tipos soberbios y despiadados ameritan dar la batalla.
La canción finaliza con su frase más lograda. Violencia es mentir no pierde validez con el paso de los años. Las interpretaciones se renuevan por la condición señalada arriba de leer a partir de lecturas previas. Su contenido varía según el contexto. Pero si salvar la democracia es aniquilarla mientras se asesinan personas y se implementan políticas económicas que preparan el arrasamiento del Estado de la década neoliberal, la violencia, lo verdaderamente violento, es mentir.
Para ir al enlace directo del blog, presionar aquí
Les dejamos un video del canal Ricoteros de Alma 
"Nuestro amo juega al esclavo", en vivo en Uruguay 2001


3 comentarios: